sábado, 24 de marzo de 2012

Siro


Casi ni hablaba, volvía la cara sonriente al escuchar su nombre... "Siro !!!".

Su semblante angelical, sus mejillas sonrosadas, su andar, todo un hombre metido dentro de un cuerpo minúsculo, tres años y medio.

En mi valle viven dos aventureros que intentando evadirse de esta malsana sociedad han creado un mundo especial, su mundo; de ellos nació un ser angelical, un hijo lleno de vida, sin adulteradas manipulaciones sociales, libre como los jabatos que lo acompañan entre las montañas del lugar.

Estos días de asueto lo estuve observando, hablando con él, sus minsas palabras daban a entender sus ansias de conocimiento, "¿quien será este que me está hablando?", creo que llenaba sus pensamientos, yo, admirado por sus movimientos le seguía con la vista, de lejos.

Curioso, solitario, todo el valle sus dominios, ni miedos ni congoja; le veía interesarse en una telaraña, su moradora ni se inquietaba; dulcemente pasaba sus frágiles deditos por la espalda del arácnido, con una sonrisa plateada giraba la vista hacia mí y reía, un rayo de felicidad iluminaba su semblante diciéndome con su mirada... "encontré algo nuevo ¡¡¡"... y seguía curioseando cada rincón entre la maleza que circundaba su hogar.

En muchas ocasiones le veo perderse en el camino, dándole patadas a una piedra como si estuviese enfrascado en multitud de pensamientos, nadie le coarta su libertad, todos saben que "Siro" está en la mayor escuela que pueda haber en este mundo...
la Naturaleza viva que le rodea.

Y allí sigue aprendiendo a convivir con los únicos que no le traicionaran nunca...
no necesita a nadie más.

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